La
música actúa de forma global en la
persona por un motivo: es una actividad exclusivamente humana que se sitúa en
un contexto determinado. Partiendo de aquí, vamos a señalar las interrelaciones que existen entre los
tres elementos constitutivos básicos de la música y las diversas
manifestaciones vitales del ser humano:
Ritmo
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Vida fisiológica
|
Acción
|
Melodía
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Vida afectiva
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Sensibilidad
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Armonía
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Vida mental
|
Conocimiento
|
Actualmente,
los modelos didácticos dan la oportunidad para trabajar el sonido, discriminación
auditiva, rítmica, es decir, los elementos fundamentales de la música en el
campo sensorial.
Por
otro lado, la educación musical está muy relacionada con la evolución
psicomotriz e intelectual de los niños/as, contribuyendo a su madurez y a la
adquisición de otros aprendizajes:
-
Puede ser un instrumento
muy valioso en el proceso de escritura.
-
Por medio de la educación
rítmica, contribuye al equilibrio del sistema nervioso.
-
Contribuye al desarrollo
de la capacidad de percepción auditiva.
-
Pone en contacto a los
niños y niñas en el mundo del arte, educando su sensibilidad.
-
Es un medio de expresión
y comunicación, para el desarrollo de la creatividad y para mejorar en los
procesos de socialización.
Como conclusión de
todo lo dicho anteriormente, queremos decir que la música juega un papel
decisivo en el desarrollo y perfeccionamiento lingüístico y es un instrumento
de socialización ya que, además de su condición artística, forma parte de las relaciones
internacionales e interculturales.
Subido por Patricia Rubio.
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